Por norma general, las rotondas tienen varios carriles, y las que son especialmente grandes pueden causar confusión o generar situaciones de peligro si el conductor no conoce las normas al detalle.
Si no se respetan las normas de circulación, ya sea por desconocimiento o por irresponsabilidad, se terminan provocando accidentes, y las rotondas pueden ser un buen caldo de cultivo para choques entre automóviles.
Así pues, si vas a circular por una rotonda debes seguir principalmente 3 normas:
- Respetar a los que ya están dentro, esperando a tener hueco para entrar sin riesgo
- Para salir hay que utilizar siempre el carril derecho, y si no es posible porque hay demasiado tráfico se debe esperar a que se pueda efectuar el cambio
- Cada vez que hagas un cambio de carril hay que señalarlos con los intermitentes
Este último punto se hace muy importante: señalizando adecuadamente cada vez que se efectúa un cambio de carril el resto de conductores pueden llevar a cabo las maniobras precisas para evitar colisiones, frenazos o cambios bruscos de dirección.
Muchos accidentes se podrían evitar siguiendo estas 3 normas básicas, ya que son la forma correcta de conducir en una rotonda o glorieta.